lunes, 10 de diciembre de 2018

           Jesús camino, verdad y vida 

Alguna ves no te has preguntado ¿Cuál es el propósito de la vida? o ¿Dónde se encuentra la felicidad en verdad?, muchos dirán: la felicidad se encuentra en ser alguien en esta vida, en el tener todo en las manos. pero déjame decirte que no es así, la felicidad no se encuentra en lo material, para ello te invito a leer el siguiente articulo:

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Todo empieza con una breve reseña de la Biblia.....

Si el hombre desea conocer el verdadero propósito de la vida, debe vivir por algo que sea superior a sí mismo, y escuchar la voz del Salvador, diciendo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida…” (Juan 14:6).


Jesucristo en nuestra vida.

En la actualidad, muchas personas alejan a Jesucristo de su vida,ya que lo ponen en segundo plano , mientras que sus ideales en primera, así poco a poco lo van olvidando...

Cuando tropezamos y caemos, Satanás quiere que pensemos que no somos lo suficientemente buenos para levantarnos y volver al camino correcto. También quiere que olvidemos que el Evangelio es “[el] evangelio de arrepentimiento” (D. y C. 13:1; cursiva agregada); pero sabemos que “la gracia de Cristo es real, y brinda perdón y purificación al pecador arrepentido”.El poder de la expiación de Jesucristo está al alcance de cada uno de nosotros, pero somos nosotros los que tenemos que escoger dejar que surta efecto en nuestra vida. Imaginen que le dan un regalo especial a un amigo; algo que él en verdad necesita y que ustedes han preparado con gran sacrificio; y luego que su amigo les responda: “Gracias, pero realmente no quiero tu regalo”. ¿Cómo se sentirían?Cuando no invitamos a Cristo a que nos ayude a llegar a ser puros mediante el arrepentimiento, es como si estuviésemos rechazando Su regalo.                                              Vease tambien...https://www.lds.org/youth/article/why-is-jesus-christ-important-in-my-life?lang=spa
A lo largo de Su ministerio, Jesucristo no sólo nos señala el camino hacia la felicidad; Él nos conduce a lo largo del mismo. Mediante Su expiación, nos conduce al amor; mediante Sus enseñanzas, nos conduce a verdades eternas; mediante Su vida perfecta, nos conduce al sendero de la obediencia.

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